Estudio revela, a partir de una proteína, nuevos posibles tratamientos para la HAP

La Hipertensión Pulmonar (HAP), una enfermedad grave que se caracteriza por una presión alta en las arterias que irrigan los pulmones, y que produce que estas se estrechen o incluso bloqueen, reduciendo el flujo sanguíneo al corazón y obligándole a trabajar más para bombear sangre a través de los pulmones, afecta a cerca del 1% de la población mundial, llegando a alcanzar el 10% entre las personas de más 60 años. Y, aunque no existe cura para la enfermedad, los medicamentos y el cambio de estilo de vida sí que pueden jugar un papel crucial, lo que exige que se desarrollen nuevas terapias con el objetivo de minimizar su impacto lo máximo posible.

Eso es precisamente lo que podría facilitar un nuevo hallazgo desvelado por un grupo de investigadores de la Universidad de California (UCLA), en Estados Unidos, quienes le han encontrado un nuevo rol a la asporina. Se trata de una proteína que en los humanos está codificada por el gel ASPN y que nunca antes se había relacionado con la Hipertensión Arterial Pulmonar hasta ahora, cuando han descubierto que desempeña un papel protector.

Sus hallazgos, publicados en la revista “Circulation” ofrecen nuevos conocimientos sobre esta enfermedad incurable, a menudo mortal, y sugieren posibles nuevas formas de tratarla.

“Nos sorprendió descubrir que la asporina, que antes no se había relacionado con la HAP, aumenta sus niveles como respuesta para contrarrestar este proceso patológico”, afirma el doctor Jason Hong, especialista en cuidados intensivos y pulmonares de la Universidad de California y autor principal del estudio. “Este novedoso hallazgo abre nuevas vías para comprender la patobiología de la hipertensión y desarrollar posibles terapias”, añade sobre una enfermedad que hace que falle el músculo cardíaco.

Así, a través de un estudio con casi cien pacientes, los investigadores descubrieron niveles más altos de asporina en los pulmones y en el plasma de los pacientes con Hipertensión Pulmonar, y que la citada proteína inhibía la proliferación de células del músculo liso de la arteria pulmonar, una vía de señalización clave que ocurre con esta enfermedad. Ahora, los científicos pretenden investigar más a fondo los mecanismos por los cuales la asporina ejerce efectos protectores en la HAP, y explorar sus posibles aplicaciones terapéuticas.

“El aumento de los niveles de asporina en pacientes con Hipertensión Arterial Pulmonar podría conducir potencialmente a mejores resultados clínicos y a una menor progresión de la enfermedad”, asegura Jason Hong. “También demostramos que el tratamiento con asporina recombinante reduce la gravedad de la Hipertensión Arterial en modelos preclínicos”, apunta por su parte Lejla Medzikovic, otra de las coautoras principales.

Fuente: Circulation

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