Hipertensión Pulmonar y Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Cuando una persona se infecta con VIH, el virus ataca y debilita al sistema inmunitario. A medida que el sistema inmunitario se debilita, la persona está en riesgo de contraer infecciones y cánceres que pueden ser mortales. Cuando esto
sucede, la enfermedad se llama sida. Una vez que una persona tiene el virus, este permanece dentro del cuerpo de por vida.
No hay en la actualidad una cura eficaz. Una vez que se contrae el VIH, se lo tiene de por vida. Sin embargo, con la atención médica adecuada, se puede controlar. Las personas con infección por el VIH que reciben el tratamiento eficaz pueden tener una vida larga y saludable, y proteger a sus parejas.
El virus se propaga (transmite) de una persona a otra a través de ciertos fluidos corporales:
• Sangre
• Semen y líquido preseminal
• Fluidos rectales
• Fluidos vaginales
• Leche materna
• El VIH se puede diseminar si estos fluidos entran en contacto con:
• Membranas mucosas (dentro de la boca, el pene, la vagina, el recto)
• Tejido dañado (tejido que ha sido cortado o raspado)
• El torrente sanguíneo por inyección
El VIH no se puede diseminar a través del sudor, la saliva o la orina.
Los síntomas relacionados con la infección aguda por VIH (cuando una persona se infecta
por primera vez) pueden ser similares a la gripe u otras enfermedades virales.
Estas incluyen:
• Fiebre y dolor muscular
• Dolor de cabeza
• Dolor de garganta
• Sudoración nocturna
• Úlceras bucales, incluso infección por hongos (candidiasis)
• Ganglios linfáticos inflamados
• Diarrea
Muchas personas no tienen síntomas cuando sucede la infección con VIH por primera vez.
La infección aguda por VIH (fase 1) progresa durante unas semanas hasta meses para convertirse en una infección por VIH crónica o asintomática (fase 2) (sin síntomas). Esta etapa puede durar 10 años o más. Durante este período, la persona podría no tener ninguna razón para sospechar que porta el virus, pero puede transmitirlo a otras personas.
De no recibir tratamiento, casi todas las personas infectadas con el VIH contraerán el sida (fase 3). Algunas personas desarrollan sida en un período de pocos años después de la infección. Otras permanecen completamente saludables después de 10 o incluso 20 años (llamadas personas sin progresión a largo plazo).
A medida que mejoran los tratamientos contra el VIH y los pacientes viven más tiempo, más personas con VIH desarrollan enfermedades cardiovasculares, incluida la Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP). Los científicos continúan estudiando la conexión entre estas dos enfermedades. Algunos creen que esto podría deberse a las consecuencias del envejecimiento, la inflamación relacionada con el VIH y los efectos de los medicamentos antirretrovirales.
Los científicos creen que aproximadamente el 0,5 por ciento (1 de cada 200) de las personas con VIH desarrollan HAP. Las personas con VIH tienen aproximadamente 2500 veces más riesgo de desarrollar HAP que las personas sin VIH.
La dificultad para respirar es el síntoma más común de la HAP. Otros síntomas incluyen aumento de la fatiga, hinchazón de los tobillos, las piernas o el abdomen, malestar o dolor en el pecho, mareos y desmayos.
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