Síntomas

La HP puede progresar durante varios años antes de que los síntomas se hagan evidentes. A su vez, independientemente del subtipo de HP, dichos síntomas son similares a otras enfermedades cardiopulmonares por lo que suelen ser confundidos con Asma, Ataques de Pánico, efectos colaterales por sobrepeso o «demasiado estrés» dificultando su diagnóstico precoz. 

Los síntomas más frecuentes son:

Disnea

Se la define como la sensación de falta de aire o dificultad para respirar. Hay quienes la describen como una sensación de respiración incómoda o de imposibilidad para recibir suficiente aire. Muchos aseguran que esta dificultad para respirar junto con el mareo leve durante la actividad es el primer síntoma. Se halla presente en al menos 60 % de los pacientes al momento del diagnóstico. Se percibe en situaciones de esfuerzo físico, durante o después de las comidas o, si ya está muy avanzada, con tan solo hablar. 

Al ser progresivo se desarrolla en el curso de meses o años incidiendo drásticamente en la capacidad del paciente para llevar a cabo sus actividades cotidianas (subir escaleras, caminar distancias cortas, vestirse, reírse, dificultades en el proceso de digestión, etc.)

Es importante resaltar que si bien la disnea de esfuerzo es el síntoma cardinal de la HP sin embargo no es atributo único de esta patología. A esto se suma que algunos pacientes no logran percibirla (los síntomas comienzan siendo sutiles e inespecíficos) por lo que a menudo el diagnóstico se retrasa entre 2 y 3 años. Esto puede ser una mezcla de baja percepción de la disnea por parte del paciente y de baja percepción de parte del médico para sospechar la enfermedad o para atribuir la queja a otra condición más común (asma, estrés, depresión).

Fatiga

La fatiga crónica es un estado casi constante de cansancio, agotamiento, que no se alivia con el reposo en cama disminuyendo en el paciente su energía y fuerza. En algunos pacientes es frecuente el dolor articular, pero sin hinchazón ni enrojecimiento, los dolores musculares (mialgias), debilidad muscular en todo el cuerpo o en distintas partes que no es causada por ningún trastorno conocido, dolor de garganta, sensibilidad en los ganglios linfáticos del cuello o la axila. Afecta además el bienestar emocional (en tanto genera el aislamiento al no poder participar de actividades sociales) y psicológico (Falta de memoria, problemas de concentración, estado de confusión, irritabilidad) La fatiga no es lo mismo que la somnolencia, a pesar de que a menudo se acompaña de un deseo de dormir – y la falta de motivación para hacer nada más. Esta sensación de cansancio es un síntoma común a muchas enfermedades, pero en el caso de la HP, en sus estadios más avanzados, es una fatiga o cansancio extremo, incluso al levantarse y que se agrava con el paso del día. Lo cierto es que el cuerpo necesita oxígeno para llevar a cabo todas sus tareas. Sin él, no se puede continuar con la rutina normal. Las piernas se cansan más rápidamente después de una caminata. El procesamiento cerebral y el pensamiento se tornan más lentos. En general, el paciente se siente cansado más temprano y con mayor facilidad.

Dolor en el pecho (Angina Pectoris)

La angina es un dolor o molestia en el pecho que se siente cuando no hay suficiente irrigación sanguínea al músculo cardiaco. Este músculo cardiaco necesita el oxígeno que transporta la sangre. La angina puede sentirse como una presión o un dolor opresivo en el pecho (muchos tipos de molestias en el pecho – como ardor de estómago, infección pulmonar o inflamación – no están relacionados con la angina de pecho). Puede parecerse a una indigestión. También puede haber dolor en los hombros, los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda

Esta patología puede originarse cuando el corazón se ve obligado a realizar un mayor esfuerzo (por ejemplo, durante las horas de actividad física o ante las emociones fuertes ocasionalmente puede desencadenarse al realizar una comida abundante o conducir un automóvil durante las horas de tráfico intenso) y el organismo es incapaz de aumentar el riego sanguíneo de dicho órgano, así los nervios del corazón transmiten mensajes dolorosos de aviso urgente al cerebro. Este dolor, que no suele sobrepasar los 20 minutos, se debe a que el cerebro, por confusión, siente los impulsos desde localizaciones cercanas, como los brazos, el cuello o la mandíbula.

Más o menos una cuarta parte de los pacientes con Hipertensión Pulmonar tienen este síntoma. Generalmente se presenta durante la realización de ejercicios sintiéndose latidos fuertes o una opresión.

Si siente molestias en el pecho, asegúrese de visitar a su médico para una evaluación completa.

Mareos

Sensación de mareo al ponerse de pie, al caminar, incorporarse después de estar agachado, subir escaleras o efectuar algún esfuerzo moderado por una disminución repentina en la presión arterial. Con el avance de la enfermedad los pacientes se sienten mareados con el solo hecho de estar sentados.

Hinchazón de tobillos, estómago o piernas (edemas). 

Edema significa hinchazón causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo. Suele ocurrir en los pies, los tobillos y las piernas, pero puede afectar todo el cuerpo.

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El organismo tiene un porcentaje de agua en una cantidad variable dependiendo del sexo y la edad. En algunas ocasiones se puede producir un incremento en esa agua corporal o una mala distribución de la misma. Cuando esa retención afecta especialmente al espacio intersticial, aparecen los edemas

Este edema se puede apreciar localmente como sucede en las extremidades inferiores o bien como una sensación de hinchazón generalizada (manos, abdomen). En HP se encuentra edema en las extremidades superiores e inferiores (manos, brazos, piernas, pie, tobillo) Si las presiones dentro del pulmón aumentan, el corazón tiene que trabajar más, lo cual puede empeorar los síntomas. Es el caso de los tobillos y las extremidades inferiores que se hinchan aún más, y puede haber acumulación de líquido en las áreas alrededor de los pulmones y órganos abdominales. Esto se llama ascitis. La Ascitis es la acumulación de líquido en el espacio que existe entre el revestimiento del abdomen y los órganos abdominales. A medida que se acumula más líquido, se puede presentar dolor abdominal y distensión. Las cantidades grandes de líquido pueden causar dificultad para respirar. Es probable que necesite más de una almohada en la noche para elevar su cabeza y pulmones. Algunos pacientes con HP también presentan acumulación de líquido alrededor de la membrana delgada que recubre al corazón. A esto se le llama derrame pericárdico.

Tos seca 

Es un síntoma al que también refieren muchos pacientes. En ocasiones aparece acompañada por flemas conteniendo gotas de sangre (hemoptisis). Es difícil decir cuáles son las causas de la tos: puede ser un corazón agrandado que presiona a un nervio, algunos de los medicamentos de hipertensión, o una mayor retención de líquidos.

Cianosis:

Es la coloración azulada o morada que adquiere la piel ante la falta de oxígeno en la sangre. Desde su lado izquierdo corazón bombea glóbulos rojos ricos en oxígeno hacia todo el cuerpo el que recibe el suministro necesario para desarrollar todas las actividades y funciones que se necesitan. Cuando la cantidad de oxígeno en los glóbulos rojos es inadecuada debido a la HAP, las partes del cuerpo no pueden obtener el oxígeno necesario haciéndose evidente en lugares tales como labios, dedos o uñas que adquieren un color entre azulado y morado. A esta condición se la llama cianosis. 

Taquicardia:

Se define como la aceleración de los latidos cardíacos mientras la persona se encuentra en reposo.

Son pocos los pacientes que presentan TODOS estos síntomas que se acaban de describir. No obstante, el advenimiento de nuevos tratamientos farmacológicos ha provocado un cambio notorio en la evolución natural de la enfermedad generando una mejora sustancial de la expectativa de vida y de la calidad de vida que se ve reflejado en un mejor manejo de dicha sintomatología.

Pre-síncope y síncope o Desmayos

Denominamos presíncope a una crisis de malestar súbito en la que se produce un mareo intenso, sudor frío, debilidad repentina y sensación de pérdida de equilibrio y de desmayo inminente, pudiendo asociarse también otros síntomas como náuseas, visión borrosa, palpitaciones, zumbido de oídos, sudoración fría, frio en las extremidades, etc.

Se denomina presíncope porque en este cuadro el organismo consigue mantenerse consciente y no se llega finalmente a perder el conocimiento. El síncope, en cambio, es la pérdida brusca y transitoria de conciencia con pérdida del tono muscular y recuperación espontánea, sin intervención médica o farmacológica. El episodio sincopal es breve (dura menos de un par de minutos) y va seguido de una recuperación rápida y completa. Las personas afectadas pueden quejarse de mareos o aparición de puntos luminosos, visión borrosa entre otros síntomas previos al desmayo. Ocurre cuando no le llega suficiente oxígeno al cerebro porque no se encuentra suficientemente irrigado.  En algunas ocasiones puede ir acompañado de movimientos anormales y de relajación de esfínteres. Aunque estas manifestaciones son típicas de la epilepsia, pueden en ocasiones aparecer en el síncope, sobre todo si el déficit de perfusión es prolongado. Los niños son particularmente susceptibles a desmayarse durante el ejercicio. Si bien algunos pacientes se desmayan, algunos nunca pierden la consciencia. 

Son varias las causas que pueden ocasionar un síncope en pacientes con HP. (También existen muchas causas no relacionadas con la HAP que pueden producir un síncope.). Por ejemplo, cuando la circulación hacia el cerebro disminuye debido a que el corazón no bombea suficiente sangre, por problemas de arritmias, o que late demasiado rápido o demasiado lento. Una emoción fuerte, una tos fuerte persistente, o un dolor pueden activar el sistema nervioso y producir un síncope. Ansiedad y otras cosas pueden producir hiperventilación que a su vez puede terminar en un síncope (una disminución en el nivel de dióxido de carbono en su sangre hace que los vasos en el cerebro se estrechen.) Si permanece inmóvil durante un período largo de tiempo y no está utilizando los músculos de las piernas, la sangre puede acumularse en sus venas lo cual hace que su presión baje y usted pierda el conocimiento. Algunos pacientes con HAP se desmayan si se sientan o se paran muy rápido y su presión sanguínea cae al ponerse de pie (hipotensión ortostática). El síncope relacionado con el ejercicio ocurre cuando su cuerpo no es capaz de satisfacer su necesidad de una mayor demanda de oxígeno y circulación de sangre mientras está ejercitándose. La presión sanguínea se desploma al igual que el paciente.

EL MATERIAL CONTENIDO EN ESTE SITIO ESTÁ DESTINADO SOLO A PROVEER INFORMACIÓN ACERCA DE LA HIPERTENSIÓN PULMONAR CON FINES EDUCACIONALES. NO SUSTITUYE LA CONSULTA NI LA OPINIÓN DEL MÉDICO ESPECIALISTA.